En el mundo actual, acelerado y cada vez más complejo, el acceso a la información ya no es la principal barrera para el éxito: la aplicación sí lo es. Para las personas de comunidades marginadas o económicamente desfavorecidas, afrontar los desafíos reales de la vida diaria, el empleo, la educación, las finanzas y la movilidad social a menudo requiere más que motivación. Requiere herramientas prácticas, recursos prácticos y sistemas de apoyo culturalmente relevantes.